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Como presentar en una conferencia

Publicado el 6 de junio del 2024 y traducido el 18 de junio del 2024

Las presentaciones de conferencias son un entorno de comunicación habitual pero difícil. Lo más probable es que tu charla presentación sea breve y una de muchas que los asistentes verán ese día. Mantener tu atención y ayudarles a recordar algo es, por tanto, una tarea formidable.

Si has asistido alguna vez a una conferencia, recuerda cuál fue tu presentación favorita. Por lo general, recuerdo a alguien cuya presentación contó una historia convincente, o a alguien que me ayudó a pensar de una manera diferente. Las presentaciones repletas de contenido suelen ser mal recordadas: Rara vez salgo de ellas con ideas nuevas o una impresión positiva del presentador. Ten esto en cuenta a la hora de elaborar tus presentaciones.

Preparación

Empieza por planificar los objetivos que quieres alcanzar con tu público durante tu tiempo en el escenario. Un buen punto de partida es el siguiente:

  1. Deja una impresión positiva de ti y tu rigor académico.

  2. Enséñales de una a tres ideas generales.

  3. Haz que se interesen por tu trabajo.

Estos objetivos no incluyen que expliques en detalle cómo has hecho el trabajo. Los espectadores no tienen tiempo ni atención para aprender detalles en una conferencia, pero si les interesan las ideas generales; pueden leer tus artículos más tarde para saber más.

A continuación, piensa en tu público y el entorno. Fíjate en las demás presentaciones de tu sesión y piensa en los antecedentes del público. Si asisten para escuchar las charlas de esta sesión, ¿Qué les puede interesar? ¿Qué mensaje e ideas pueden haber escuchado en las presentaciones anteriores (que puedas saltarte para ahorrar tiempo o reforzar brevemente con tus propios materiales)? Los aspectos clave del entorno que debes prever son la duración prevista de tu charla, el equipo audiovisual del que dispones y el tamaño aproximado del público.

Creación de contenido

Después de los pasos de preparación, organiza tus ideas en un esquema antes de hacer ninguna diapositiva. Escribe tus conclusiones, luego una lista de pruebas que apoyen las conclusiones, y por último, el contenido de fondo clave necesario para entender tus resultados. Procura evitar el contenido “interesante pero irrelevante” que no respalde tus conclusiones.

Cuando empieces a preparar las diapositivas, utiliza tu esquema como guía en lugar de partir del contenido de charlas anteriores. Puede resultar incómodo esperar tanto tiempo en el proceso para trabajar en las diapositivas, pero esta estrategia dará lugar a una charla más centrada y coherente que el método de “copiar y pegar diapositivas antiguas”.

Una vez que hayas redactado algunas diapositivas, da la charla a un ritmo natural para comprobar su longitud en relación con tu límite de tiempo. Preséntala a otras personas para que te den su opinión antes de pulirlas demasiado. Puede que tus compañeros te respondan con un educado “¡tiene buena pinta!”, pero para obtener información más procesable, pregunta “¿cuál fue la parte más interesante de la charla y si en algún momento se sintió confuso?”. También puedes utilizar la estrategia de Adam Grant de pedir una puntuación entre 0 y 10, y luego preguntar qué deberías cambiar para que sea un 10.

A medida que perfeccionas la charla, trabaja en la creación de elementos visuales de alta calidad. Las imágenes ayudan a retener al público, y una presentación visualmente pulida les ayudará a destacar una conferencia concurrida. Utiliza un formato de “afirmación-prueba” para tus diapositivas: haz una afirmación con el título de la diapositiva, en lugar de limitarte a nombrar un tema, y utiliza gráficos y texto para aportar pruebas. Este formato de diapositivas es más fácil de procesar e interpretar para el público. Evita el exceso de texto en las diapositivas, asegúrate de que el texto que incluyas no contenga acrónimos y utiliza frases completas en lugar de fragmentos.

En tu última diapositiva, enumera las principales conclusiones que elegiste al planificar la charla. Incluye también un enlace a tu sitio web (recuerda que tu objetivo es que se interesen por saber más sobre tu trabajo). Deja la diapositiva de las conclusiones durante la sesión de preguntas y respuestas, en lugar de añadir una última diapositiva que diga “¿Preguntas?”, de este modo el público puede consultar las conclusiones y el enlace a tu sitio web durante unos minutos.

Dar la charla

A medida que se acerque la fecha de la presentación, sigue dando charlas de práctica para recibir comentarios de tus compañeros. Intenta identificar y corregir las partes confusas o problemáticas antes de presentarte en público. La práctica también te ayudará a sentirte más seguro y cómodo durante la presentación real.

Puede que te sientas nervioso antes de la charla. Acepta esto como la respuesta natural de tu cuerpo a la emoción por el privilegio que tienes de compartir tus ideas con un público, en lugar de resistirte a ello como algo inapropiado. Si te sientes abrumado por los nervios, respira hondo antes de subir al escenario, conecta con tus sentidos por un momento y aprecia la oportunidad que tienes de crecer personalmente y compartir tus conocimientos. Si crees que hablaras rápido o respirarás superficialmente, lleva agua al escenario y bebe un poco para frenarte.

Cuando hagas una presentación, habla con confianza y recuerda que te gusta tu tema. Tu energía contagiará al público. Por la misma razón, intenta no disculparte durante la charla (“Siento interponerme en tu pausa para el café. Intentaré darme prisa”). Las disculpas pueden parecer educadas o divertidas, pero pueden dar a entender que la charla no merece la atención del público. Un tono entusiasta con una pizca de modestia puede calar bien entre el público y despertar su interés.

Después de la charla, tomate un momento para reflexionar. Espero que haya sido una experiencia memorable y gratificante, aunque también un poco aterradora. Tomate un momento para reflexionar sobre lo que salió bien, qué cambios podrías hacer la próxima vez y qué preguntas surgieron entre el público. Cada presentación es una oportunidad para aprender a transmitir eficazmente tu trabajo, así que capta ideas para utilizarlas la próxima vez. A medida que repitas el proceso unas cuantas veces, serás más eficiente, más seguro y más eficaz a la hora de transmitir tus ideas.

Si reflexionas detenidamente sobre tus objetivos y mensaje, recibes comentarios sobre la marcha y ensayas varias veces antes de tu presentación aplicando este proceso, estarás por delante de la mayoría de los oradores de la conferencia. Sube al escenario con confianza y disfruta de la experiencia.

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